Según informaron este miércoles los promotores de esta iniciativa ante la RAE, alegan que resulta “ofensiva, que define en términos peyorativos y discriminatorios a una comunidad de identidad, y que no refleja el uso del lenguaje actual en la comunidad hispanohablante, donde prima el respeto y la promoción de la diversidad y multiculturalidad”.
El escrito, que “apela a la sensibilidad de la RAE para promover un lenguaje respetuoso e integrador”, fue presentado en el registro de la academia y solicita asimismo la supresión completa de la entrada “judiada”, que se define en su primera acepción como “mala pasada o acción que perjudica a alguien”.
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“Entendemos que las definiciones del diccionario reflejan el uso del lenguaje y no promueven por sí mismas una conducta de odio, pero deberían corregirse por resultar totalmente anacrónicas a la realidad social y cultural del siglo XXI”, argumenta el abogado Boja Luján Lago, que representa a estas comunidades radicadas en países como Panamá, España, Argentina, Bolivia, Chile o Uruguay.
Pedidos similares para autistas y gitanos
En el pasado la RAE ya ha recibido peticiones en el mismo sentido, como cuando en 2022 la madre de un adolescente con autismo realizó una solicitud a la que se sumó el Senado español en pos de la supresión de la acepción de “autista” como insulto.
Unos años antes, la RAE se avino a modificar la acepción de gitano como “trapacero” en su diccionario, al incorporar una nota de uso “ofensivo y discriminatorio”, en respuesta a la solicitud de las entidades del Consejo Estatal del Pueblo Gitano de España.