"Los jefes de Estado acordaron ampliar la misión del mandato de la fuerza regional por un período adicional de tres meses a partir del 9 de septiembre", señalóhoy la EAC en un comunicado.
El bloque de países tomó esta decisión después de una reunión en Nairobi en la que estuvieron presentes los presidentes de Burundi, Évariste Ndayishimiye; Kenia, William Ruto; Ruanda, Paul Kagame; Sudán del Sur, Salva Kiir; y Tanzania, Samia Suluhu Hassan; así como el primer ministro de la RDC, Jean Michel Lukonde, y la vice primer ministra de Uganda, Rebecca Kadaga, que representaron a sus jefes de Estado.
En esa reunión extraordinaria de la EAC los participantes "tomaron nota" de los "hitos operativos" conseguidos por la fuerza regional para la "restauración de la seguridad en el este de la RDC".
Estaba previsto que el mandato de la fuerza caducase el próximo 8 de septiembre, después de que los líderes del este de África lo ampliasen a finales del pasado mes de mayo.
El contingente militar -integrado por efectivos de Kenia, Burundi, Uganda y Sudán del Sur- empezó a desplegarse a finales del año pasado, después de la reactivación del poderoso grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en marzo de 2022, que llegó a ocupar áreas y localidades estratégicas, si bien se ha retirado de algunas.
Los avances de los insurgentes también desencadenaron una escalada de tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el M23.
Ruanda -que a su vez acusa a la RDC de cooperar con un grupo rebelde, las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país de origen- siempre ha negado ese extremo, pese a que varios informes de la ONU lo confirmaron.
Desde 1998 el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de más de un centenar de grupos rebeldes.