La Agencia Estatal de Meteorología emitió una alerta roja, el nivel máximo, por riesgo extremo, para este domingo en las provincias de Madrid y Toledo, en el centro del país, ante la previsión de fuertes lluvias que pueden llegar a acumular más de 120 litros de agua por metro cuadrado.
La alerta está motivada por lo que se denomina una depresión aislada en niveles altos (DANA), que según la agencia meteorológica puede producir "daños muy graves o catastróficos a personas y bienes".
El alcalde de la capital española, José Luis Martínez-Almeida, pidió a los ciudadanos que "permanezcan en sus domicilios salvo que sea imprescindible que tengan que hacer un desplazamiento", dada la situación "excepcional y anómala" pues previsiblemente se batirá el récord de precipitaciones en la ciudad, de algo más de tres millones de habitantes.
El servicio de emergencias de Madrid envió un mensaje a los teléfonos móviles de su zona de cobertura para pedir a los ciudadanos que no salgan de sus domicilios si no es necesario y eviten utilizar el vehículo privado.
Las actividades lúdicas programadas en distintas localidades fueron suspendidas y las instalaciones municipales, como las culturales y las deportivas, fueron cerradas en la provincia.
En la zona de Alcanar, una localidad de la región de Cataluña (noreste) donde en las últimas 24 horas se acumularon 215,7 litros por metro cuadrado, Protección Civil también pidió que se confinen en sus viviendas.
Algunas personas tuvieron que ser rescatadas tras haber quedado atrapadas en sus vehículos en lugares como la región de la Comunidad Valenciana, o en su casa en la provincia de Cuenca al superar el agua el metro y medio de altura.
Otras cuatro regiones del norte, sur y este del país están en alerta naranja, el nivel anterior, por riesgo meteorológico importante, y en otras seis hay aviso amarillo, por riesgo para determinadas actividades.
La alerta coincide con un fin de semana de regreso de las vacaciones de verano, por lo que las autoridades piden mucha precaución, al haberse inundado algunas carreteras, en incluso que se eviten los desplazamientos en Madrid.
La acumulación de agua provocó cortes de tráfico en algunos puntos del país, tanto en la red principal de carreteras como en la secundaria.
El servicio ferroviario en el corredor mediterráneo, en el este el este, quedó suspendido y los trenes fueron desviados vía Madrid.
Las lluvias afectaron también puntualmente a aeropuertos como el de Zaragoza y en el de Madrid, el de mayor tráfico aéreo en España, los vuelos tuvieron que espaciarse por razones de seguridad.