Mnangagwa obtuvo 2.350.711 votos a su favor mientras que Nelson Chamisa, candidato del principal partido opositor, la Coalición de Ciudadanos por el Cambio (CCC), quedó segundo con 1.967.343 votos, un 44 % de los sufragios.
“Por lo tanto, Emmerson Dambudzo Mnangagwa es declarado presidente debidamente elegido de Zimbabwe con efecto a partir del 23 de agosto de 2023″, declaró la presidenta de la Comisión Electoral al anunciar los resultados, Priscilla Chigumba.
En los comicios también participaron otros nueve aspirantes a la presidencia que no superaron el 1 % de los sufragios.
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La Comisión Electoral anunció que la tasa de participación fue de un 68,9 % de los más de seis millones de personas registradas en el censo electoral.
El presidente de Zimbabue en medio de acusaciones de fraude
Chamisa se negó a reconocer el resultado de las elecciones y su principal asesor electoral, Charles Kwaramba, declinó a firmar el acta de resultados.
“No reconocemos los resultados, ha sido una victoria robada y unas elecciones fraudulentas”, declaró Kwaramba hoy a EFE tras el anuncio de la Comisión Electoral.
Las elecciones generales empezaron a celebrarse el pasado 23 de agosto, pero el presidente del país alargó un día más las votaciones en algunas circunscripciones donde se retrasó la apertura de los centros de votación.
En los comicios los electores votaban para elegir a un nuevo presidente y miembros del Parlamento, en unas elecciones en las que la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) obtuvo la mayoría de los escaños parlamentarios.
El presidente de Zimbabue y la Constitución
Según las conclusiones preliminares de la misión de observación desplegada por la Unión Europea (UE), a pesar del “ambiente generalmente en calma” el día de la votación, “el proceso de registro de los candidatos y la campaña llevaron a un contexto que impidió a los votantes tomar una decisión libre e informada” en estos comicios.
Por su lado, la misión conjunta enviada por la Unión Africana (UA) y el Mercado Común del Este y el Sur de África (Comesa) tildó los comicios de “transparentes” pero lamentó que no cumplieron con los “requisitos” de la Constitución por varios motivos, como el hecho de que la Comisión Electoral de Zimbabue no facilitara a la oposición la lista de votantes a tiempo.
Los zimbabuenses acudieron a las urnas preocupados por la escasez energética y el elevado coste de la vida junto con una grave crisis de inflación; la moneda local, el dólar zimbabuense, ha perdido el 86 % de su valor entre los pasados meses de enero y junio.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW), han denunciado la creciente persecución de la disidencia en el país antes de los comicios, así como el procesamiento con motivación política de dirigentes de la oposición.