Japón inició este jueves el vertido al Pacífico del agua contaminado a raíz del accidente de 2011 en la planta nuclear de Fukushima, tras haberla tratado para retirarle la mayor parte de residuos radiactivos.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, dijo hoy que los estándares que se están utilizando cuentan con el auspicio de esta y otras seis organizaciones internacionales.
Dichas normas "constituyen la referencia mundial para proteger a la población de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes", explicó.
El vertido comenzó tras recibirse el visto bueno del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), cuyos expertos supervisan el proceso para garantizar su seguridad.
Sin embargo, organizaciones ecologistas y la industria pesquera nipona han criticado y se oponen a esta acción, al igual que China, que ha suspendido sus importaciones de productos acuáticos de origen japonés por esta razón.