Un portavoz de Pamalakaya, Ronnel Arambulo, expuso la "gran preocupación" que los pescadores filipinos han expresado desde que Japón anunciara su decisión de verter el agua contaminada "que podría afectar gravemente nuestro sustento" si el agua contamina el mar de Filipinas, indicó hoy en una entrevista al medio ABS-CBN.
A pesar de la distancia que separa Fukushima de las aguas territoriales filipinas, alrededor de 2.700 kilómetros, el sindicato mostró especial preocupación por "la Meseta Benham, una de las zonas más expuestas y vulnerables del mar (filipino) y muy rica en recursos", situada al este de la isla filipina de Luzón, apuntó el Pamalakaya en un comunicado publicado el martes en redes sociales.
"La gente de muchos países de Asia Oriental, especialmente agricultores y pescadores, ya han expresado en repetidas ocasiones su preocupación por el impacto medioambiental del proyecto", añadía el comunicado.
El vertido en Fukushima comenzó este jueves sobre las 13 horas (4:00 GMT) después de que las autoridades japonesas realizaran las últimas comprobaciones en cuanto a las bombas de agua y se abrieran algunas válvulas de forma manual, según anunció la empresa responsable de la accidentada central, TEPCO.
La descarga de agua ha comenzado más de doce años después de la crisis nuclear acarreada por el terremoto y tsunami que sacudieron esta zona de Japón en 2011, y se lleva a cabo tras someterse a un proceso de depurado a través de un circuito llamado ALPS (Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos).
A raíz del inicio del vertido, China suspendió a partir de este jueves la importación de productos acuáticos de origen japonés, informó la Administración General de Aduanas del gigante asiático.
La medida se ha tomado "para prevenir el riesgo de contaminación radiactiva de los productos acuáticos japoneses debido al vertido al Pacífico del agua contaminada procedente de la accidentada central nuclear de Fukushima", especifica el organismo en un comunicado.