“Ante la impunidad de la que gozan los militares de Myanmar por los crímenes pasados y presentes contra los rohinyás [...] exhorto a los Estados a que apoyen plenamente los esfuerzos internacionales en materia de rendición de cuentas”, dijo el alto comisionado austríaco.
Recalcó que la Junta militar birmana no ha mostrado ninguna voluntad de abordar la “discriminación sistemática” contra esta etnia, que no es reconocida por el país y a cuyos miembros nunca han considerado como sus nacionales.
En el comunicado emitido por su oficina, el alto comisionado calificó la última persecución de “operación genocida” que acabó con la vida de más de 10.000 hombres, mujeres y niños, más de 300 aldeas destruidas y aproximadamente 742.000 desplazados a Bangladesh.
Lea más: La ONU pide a los generales birmanos que permitan la entrada de ayuda humanitaria
En este sentido, el alto comisionado pidió que sus derechos humanos sean "plenamente respetados" y su seguridad "garantizada".
"Mi deseo más ferviente es que puedan regresar a sus hogares con dignidad, en libertad y debidamente reconocidos como parte de la diversidad de la población de Myanmar", aseguró.
Türk pidió también el apoyo de las agencias humanitarias para ayudar a los refugiados en las comunidades bangladesíes y a los más de 100.000 rohinyás que permanecen recluidos en campamentos de desplazados cerrados dentro de Birmania.