“Para todo el Gobierno, el reto más importante es el de la natalidad, más que el aprovisionamiento energético o la inmigración. Una sociedad que renuncia a tener hijos no tiene esperanza en el futuro”, dijo hoy en un foro económico en Rimini (norte) el subsecretario del Ejecutivo, Alfredo Mantovano.
El que es mano derecha de la primera ministra, Giorgia Meloni, aseguró que “la caída demográfica es el elemento más crítico de la Italia actual”.
Un fenómeno que tiene importantes consecuencias económicas. En este sentido, el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, advirtió el lunes de que “no hay reforma de las pensiones que aguante” en el plazo medio-largo con los datos actuales.
Su viceministro, Maurizio Leo, en el mismo foro de Rimini, ha defendido que para el Gobierno la cuestión de la natalidad “es absolutamente fundamental”.
“Por eso, deberemos buscar recursos para apoyar a las familias, sobre todo a las que tienen hijos. Debemos ayudar a las que tienen al menos tres hijos, que tampoco son muchísimas. Por eso, desde este punto de vista el compromiso no es demasiado costoso”, dijo.
El gobierno de Meloni, asociada a la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y la conservadora Forza Italia, cuenta desde su formación, el pasado octubre, con un ministerio para la Familia, la Natalidad y la Igualdad de Oportunidades.
Las causas de las pérdidas de población en Italia
Italia pierde población cada año a causa de la caída de la natalidad y las defunciones de la población anciana (los mayores de 65 años representan el 24,05 % del censo italiano, unos 14,1 millones de personas, según datos del Banco Mundial).
De este modo, la dinámica demográfica en 2022 volvió a ser “fuertemente” negativa y el 31 de diciembre el país había perdido 179.000 habitantes desde el comienzo del año, según el Instituto Nacional de Estadística (Istat).
En concreto, en 2022 nacieron en Italia 392.598 niños, un 1,9 % menos que el año anterior.