El Centro para la Protección de la Salud del Departamento de Sanidad hongkonés describió mediante un comunicado las principales estrategias de control de la viruela del mono adoptadas en la ciudad, además de explicar que se ajustan a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y son necesarias para salvaguardar la salud pública.
Desde que el pasado septiembre se detectara la primera infección por viruela símica, Hong Kong ha registrado 32 casos hasta la fecha, un hecho que ha despertado la preocupación de los residentes.
Solo desde el pasado julio, se ha observado un repunte de infecciones, con 24 casos notificados desde entonces.
Según las directrices del Gobierno hongkonés, los pacientes con viruela del mono deben ser enviados a instituciones médicas públicas para su aislamiento y tratamiento.
Sin embargo, una vez que los síntomas hayan mejorado visiblemente o las lesiones hayan cicatrizado, pueden completar su recuperación en aislamiento domiciliario.
De acuerdo con las autoridades, el objetivo es eliminar cualquier posibilidad de que los casos confirmados puedan seguir propagando la enfermedad en la comunidad y garantizar que la población no esté expuesta al riesgo de infección.
Un portavoz del Gobierno declaró que “la afirmación por parte de algunos sectores de que las personas infectadas suponen un escaso peligro para la salud y un bajo riesgo de transmisión, así como la inferencia de que las medidas de control actualmente en vigor son desproporcionadas o innecesarias, son contraproducentes para detener la propagación de la infección”.
El Gobierno ha asegurado que “se propone seguir evaluando el riesgo y ajustando las correspondientes medidas de prevención y control en función de las últimas pruebas y avances científicos, así como de las últimas recomendaciones de la OMS”.
En cuanto al aislamiento hospitalario, la Autoridad Hospitalaria (AH) se ha comprometido a proporcionar un tratamiento completo y eficaz a los pacientes, incluida la prescripción adecuada de medicamentos antivirales en función de sus necesidades clínicas individuales.
En mayo de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de la aparición de brotes de viruela del mono en países donde la enfermedad no era endémica.
El virus se transmite generalmente a través del contacto físico íntimo con alguien que padezca la enfermedad vírica.
Cualquiera puede infectarse, aunque el brote mundial afectó principalmente a hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, según la OMS.
Los síntomas incluyen erupción cutánea -a menudo cerca de los genitales-, fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos, y la enfermedad suele durar entre dos y cuatro semanas.
Desde el 1 de enero de 2022 hasta el 9 de agosto de 2023, se han notificado a la OMS un total acumulado de 89.308 casos de viruela del mono confirmados mediante pruebas de laboratorio, 152 de ellos mortales, procedentes de 113 países.