Las empresas Raízen -que gestiona la marca Shell-, Axion Energy y Puma Energy aplicaron una subida del 12,5% en el precio de la nafta (gasolina) y del gasoil, en tanto se espera que YPF, la petrolera controlada por el Estado y la mayor comercializadora de combustibles del país, acompañe el aumento.
Las refinadoras trasladaron a los precios que cobran al público en las estaciones de servicio el salto cambiario de 22% que convalidó el lunes pasado el Banco Central en el tipo de cambio mayorista y hoy opera a 350 pesos por dólar.
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El precio de los combustibles en Argentina acumulaba un atraso ya antes de la devaluación del lunes, porque en la negociación con el Gobierno a las empresas se les autorizaba aumentos inferiores a la depreciación del tipo de cambio, a lo que se suma el incremento del precio internacional del crudo.
En los últimos doce meses, el ajuste de precios de los combustibles acumula entre 70 y 90 %, según la consultora EyE, por debajo de la evolución de la inflación, que registró un salto interanual del 113,4 % en julio.