Zurita acudió acompañado de Andrea González Náder, la candidata a vicepresidenta que completaba el binomio de Villavicencio, quien el sábado había elegida por el movimiento Construye como primera opción para ocupar el lugar del candidato asesinado.
Ante la imposibilidad de que González Náder renunciase a su candidatura a la Vicepresidencia para asumir la candidatura presencial, Construye anunció este domingo que Zurita asumiría el lugar de su compañero y colega Villavicencio.
El periodista, que trabajó mano a mano con Villavicencio en las investigaciones periodísticas sobre corrupción, inscribió su candidatura pocos minutos antes de que comenzase el debate entre candidatos presidenciales, donde el atril que le correspondía a Villavicencio estuvo vacío.
Zurita no pudo participar en el debate en sustitución de Villavicencio ya que primero el CNE debe evaluar y certificar su candidatura, aunque sí estuvo presente en la sede donde se desarrolló el encuentro.
"Fernando ya debatió", dijo sobre la actividad política de Villavicencio en la Asamblea Nacional (Parlamento) Jorge Peñafiel, candidato a asambleísta por Construye, que acompañó a Zurita y González Náder a inscribir la nueva candidatura.
Si la candidatura de Zurita es finalmente aceptada por el CNE, su foto no aparecerá en las papeletas electorales, donde seguirá la de Villavicencio, ya que todas ellas estaban impresas antes de su asesinato, perpetrado por presuntos sicarios colombianos que le dispararon cuando abordaba su vehículo.
Villavicencio era uno de los ocho candidatos presidenciales inscritos para las elecciones extraordinarias convocadas para el próximo domingo 20 de agosto.
El asesinato se produjo en medio de una ola de inseguridad atribuida al crimen organizado y el narcotráfico que ya se ha llevado la vida de otros políticos y candidatos como el alcalde de Manta, Agustín Intriago.
Los ganadores de estas elecciones completarán el periodo 2021-2025, interrumpido por la invocación en mayo pasado por parte del actual presidente, Guillermo Lasso, del mecanismo constitucional de la "muerte cruzada", con la que disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, en el momento que se disponía a votar su destitución.
De esta forma forzó esta convocatoria de comicios extraordinarios que a la vez implicó una reducción de su mandato, que no tiene intención de completar hasta 2025, pues el actual jefe de Estado no se presenta a la reelección.