Brasil es, detrás de Estados Unidos, uno de los mayores productores de etanol del mundo.
El anuncio llega después de que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fuera anfitrión de una cumbre de representantes de los ocho países amazónicos en la ciudad de Belém (norte), en la que el petróleo estuvo en el centro del debate.
El hidrógeno es considerado el combustible verde del futuro y un posible sustituto de los combustibles fósiles, lo que lo convierte en una de las claves para alcanzar la “descarbonización” en 2050 como espera el gobierno brasileño.
La principal ventaja de la producción de hidrógeno desde el combustible elaborado a partir de caña de azúcar es el menor costo y la obtención de un producto más ecológico, capaz de viabilizar una alternativa a los combustibles fósiles, explicó Julio Meneghini, director ejecutivo y científico del Centro de Investigaciones para la Innovación en Gases de Efecto Invernadero de la USP.
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Primera planta
En la “primera” planta piloto de abastecimiento de hidrógeno obtenido desde el biocombustible a nivel global se pondrá a prueba “la escalabilidad y eficiencia” de esa opción de gran potencial, añadió el especialista.
A su turno, el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, celebró la iniciativa: “En lo que el mundo está buscando, estamos un paso adelante” , dijo ante el auditorio, y prometió “estructurar la legislación” para fomentar la transición energética.
Se prevé que la planta esté en funcionamiento en el primer semestre de 2024, con una producción de hidrógeno de 5kg/hora, para abastecer inicialmente a tres ómnibus que circularán en la ciudad universitaria y un vehículo leve, informó el gobierno paulista.
El proyecto cuenta con una inversión de 50 millones de reales (unos USD 10 millones) de Shell Brasil, y la colaboración de otras empresas, como la productora de etanol Raízen; Hytron, una startup brasileña creadora de la tecnología para la conversión; o Toyota, cuyo modelo ‘Mirai’ prueba la viabilidad del uso del hidrógeno.
“En la actualidad, más del 90% del hidrógeno producido se basa en el gas natural” , distingue Meneghini.
Pero aún su alto costo en transporte, almacenamiento e infraestructura impone limitaciones.
Frente a ello, los expertos destacaron que el hidrógeno a partir de etanol resuelve el problema logístico, ya que la producción ocurriría en cada punto de abastecimiento, sin necesidad de transporte.
Es decir, los camiones seguirían cargando etanol para llegar a los conductores como hasta ahora, evitando las complicaciones de transportar el hidrógeno a bajas temperaturas y alta presión.
La conversión resulta de someter el etanol a un proceso químico que puede desarrollarse in-situ, señalaron los especialistas.
Los precios del hidrógeno, estimó Meneghini, se ubicarían entre USD 6 y 9 por kilo, contra unos USD 13 del producido actualmente en California.