Los efectos del tifón Doksuri, que azotó el sur y el centro de China la semana pasada, han provocado que los meteorólogos pronostiquen que Pekín y el norte de China sufrirán estos días las lluvias más intensas en más de una década, informó el rotativo local Global Times.
Doksuri tocó tierra el viernes por la mañana en la costa de la ciudad de Jinjiang, en la provincia suroriental de Fujian, con una velocidad máxima del viento de 155 kilómetros por hora para debilitarse gradualmente a lo largo del fin de semana y a medida que se desplazaba hacia el norte.
El Centro Meteorológico Nacional de China mantuvo este domingo la alerta roja por tormentas, la más alta del sistema de cuatro niveles, ya que las provincias y regiones cercanas a Pekín se verán afectadas en los próximos días.
Hasta las 23.00 del sábado, se habían trasladado a un lugar seguro a 31.338 personas en Pekín, se paralizaron 4.069 obras y se cerraron todos los lugares turísticos y las casas rurales, informó la cadena estatal CCTV.
Desde las 20.00 (12.00 GMT) del sábado hasta las 20.00 (12.00 GMT) del domingo, la precipitación media acumulada en Pekín fue de 39,1 mm, mientras que el récord de la zona lo registró la localidad de Xingtai, en la provincia septentrional de Hebei y situada a unos 400 kilómetros de la capital, con 538 milímetros.
El Ministerio de Recursos Hidrológicos del país asiático elevó este domingo la alerta por inundaciones en Pekín, Hebei y la ciudad nororiental de Tianjin.
Está previsto que las lluvias continúen hasta la mañana local del miércoles.
Doksuri se convirtió en el tifón más fuerte que ha golpeado China este año, y también en el segundo más fuerte que ha impactado en Fujian desde que existen registros, recogió Global Times.
La semana pasada, al menos una persona perdió la vida y miles de hogares quedaron sin electricidad como consecuencia del paso por Taiwán del tifón, que provocó fuertes vientos y lluvias en el sur y el este de la isla.
El tifón ya había dejado al menos 14 fallecidos y más de 300.000 damnificados en Filipinas, país al que golpeó antes de dirigirse a Taiwán.