Italia y Grecia son los dos países del sur de Europa más afectados, además de Croacia, Turquía, Francia y Túnez. En todos ellos el fuego arrasó miles de hectáreas, aunque, desde el punto de vista humano, la peor tragedia la sufrió el norte de África, donde murieron 34 personas en la región de Cabilia (Argelia).
Que los medios de extinción tengan una influencia “decisiva” para interrumpir el avance del fuego cuando hay muchos frentes abiertos a la vez es “muy difícil”, según explica a EFE el ingeniero español Martín Perea, director del máster en Energías Renovables de la Universidad Europea.
Según Perea, en las actuales condiciones los incendios “se autoalimentan y suelen ser multiplicativos”. Por ejemplo, las tormentas eléctricas no sólo contribuyen al fuego sino que ayudan a reproducirlo en zonas más alejadas de la afectada en un primer momento.
El problema, además, “se está autoagravando” debido al dióxido de carbono que se desprende en los incendios y que “provoca que se acentúe el efecto invernadero”, advierte el experto.
Lea más: Video: dos muertos al estrellarse un avión cisterna en la isla griega de Eubea
Hasta 50 grados centígrados
La isla italiana de Sicilia registró más de 300 incendios arropados por temperaturas por encima de los 45 grados, que calcinaron cerca de un millar de hectáreas y dejan daños materiales millonarios en la zona de Messina y de Palermo.
Las llamas arrasaron también viviendas y jardines y llegaron a amenazar varios hospitales, lo que obligó al cierre de algunos pabellones y tramos de carretera, así como a la evacuación de más de 1.500 personas.
La peor tragedia la vivió el norte de África, donde los fuegos causaron la muerte de 34 personas en la región de Cabilia (Argelia), donde se llegó a registrar 50 grados a la sombra y soporta actualmente una nueva ola de calor que durará hasta el próximo lunes.