La reacción del exmandatario (2017-2021) y principal candidato del Partido Republicano a los cargos federales y estatales que enfrenta a nivel judicial en medio de su postulación para un segundo mandato en las elecciones de 2024 trasciende un día después de que fiscales federales agregaran tres cargos de delitos graves a la acusación en su contra por su manejo de documentos clasificados.
Cuando el locutor de radio conservador John Fredericks le preguntó si una sentencia desfavorable detendría su campaña, Trump respondió rápidamente: “No, en absoluto. No hay nada en la Constitución que diga que debería hacerlo”.
Según Trump, “incluso los locos de la izquierda radical dicen que no, que eso no me detendría, y tampoco me detendría. Esta gente está enferma”.
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Carga contra Obama y Bush
Trump destacó que presidentes anteriores, incluidos el demócrata Barack Obama (2009-2017) y el republicano George W. Bush (2001-2009) , “tomaron documentos” de los archivos de la Casa Blanca, lo que sugiere falsamente que sus predecesores se habían tenido una conducta similar a los presuntos delitos por los que se le acusa a él.
“Nadie ha pasado nunca por esto. Esto es una locura”, agregó argumentando que no había hecho nada malo.
El magnate republicano, quien superó dos juicios políticos en el Congreso, fue inculpado por primera vez en el caso de los documentos clasificados el mes pasado.
Según la justicia, es responsable de poner en peligro la seguridad nacional al mantener en su poder información nuclear y de defensa de alto secreto tras dejar la Casa Blanca.