Las autoridades de Costa Rica confirmaron el pasado 18 de julio la detección del primer caso en más de dos décadas del gusano barrenador, el cual fue hallado en un perro en el cantón de Corredores, fronterizo con Panamá.
Por su parte, Panamá emitió un decreto de emergencia por el incremento de casos en ese país, razón por la que el Servicio Nacional de Salud Animal reforzó las medidas de vigilancia epidemiológicas para intensificar las acciones en la frontera.
"Lo que va a incidir en impedir o dilatar la llegada de gusano barrenador a otros países vecinos con Panamá serán las regulaciones que establezcan los países, la vigilancia epidemiológica para la detención temprana, específicamente en los envíos de ganado que vienen desde el sur de centroamericana hasta el norte", dijo Rodas.
El director del Oirsa, cuya sede regional se encuentra en San Salvador, explicó que mucho ganado entra legalmente por las diferentes fronteras centroamericanas, "es declarado, es inspeccionado por los servicios veterinarios nacionales, pero otro ganado no. Entra por puntos ciegos fronterizos y esto es conocido ampliamente por todos".
El Salvador, por ejemplo señaló, "tiene legalmente fronteras establecidas, pero tiene una línea fronteriza enormemente extensa con Hondura y Guatemala, por ejemplo, donde se mueve ganado".
"En este momento, yo sugeriría enfáticamente, estar vigilante con los envíos de ganado bovino, sobre todo en las subastas o en las ferias (ganaderas) centroamericanas que se realizan y donde se transporta ganado de alta genética para ser exhibido y posteriormente comercializado, para detectar heridas que puedan estar abiertas e infectadas por gusano barrenador", agregó.
El gusano barrenador es una enfermedad causada por las larvas de una mosca que deposita sus huevecillos en cualquier herida abierta de un animal de sangre caliente, incluyendo a las personas. Horas después de que se han depositado, nacen los gusanos los cuales se alimentan del tejido vivo.