Los derechos sociales y la inmigración, las razones del voto latino de izquierda en España

Madrid, 22 de julio (EFE).- "La izquierda española no es comparable con la latinoamericana", asegura a EFE el mexicano Sergio Corona, de 32 años, que este domingo votará por esa opción política en las elecciones generales que se celebran en España al tener la doble nacionalidad, y en defensa de los derechos sociales y la integración.

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Casi un millón y medio de latinoamericanos residen en España actualmente, según datos del Instituto Nacional de Estadística, pero solo los que tengan ya la nacionalidad española podrán participar en los comicios en los que se elegirán el presidente y los diputados y senadores para los próximos cuatro años.

Corona votará al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) porque "las personas no se van de su país porque quieran, sino por necesidad. No es nada fácil dar ese paso, y encima al llegar encontrarte con políticos de extrema derecha que lo único que buscan es poner más piedras en el camino”.

Además, considera que, a diferencia con Latinoamérica, “en Europa, los políticos se rigen un poco más por lo que dicen en sus campañas y no se convierten en lobos con piel de corderos, haciendo lo que aseguraron que jamás harían”.

Corona pone como ejemplo al presidente mexicano, Manuel López Obrador, quien antes de ser elegido "se mostraba como un gran protector de las comunidades indígenas y el medio ambiente", sin embargo "cuando llegó al poder lo primero que hizo fue un tren maya turístico destruyendo la selva más grande de Centroamérica”

A esto, suma la corrupción de la mayoría de partidos de izquierda latinoamericana, que afecta fuertemente al rendimiento económico de los países y aunque, matiza, esto también sucede en España, "los casos son muchísimo menores".

Entre los motivos por los que también dará su voto a los socialistas españoles está la creencia en que las políticas sociales deben ser para todos, como el acceso a la vivienda, una sanidad pública de calidad y mayor integración de los inmigrantes.

IDIOSINCRASIA ESPAÑOLA

Según datos del INE, a diciembre del año 2022 eran oficialmente 353.000 los residentes argentinos en España (incluyendo a los que ingresan con pasaporte europeo), convirtiéndose en la población latinoamericana más numerosa del país.

Entre ellos, muchos son peronistas históricos que apoyan a partidos progresistas españoles como es el caso de la argentina de 43 años Jessica Barraza, quien posee doble nacionalidad y siempre apoyó a la formación de izquierda Podemos, aunque ahora votará a la coalición también progresista Sumar, encabezada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

“Tenemos realmente un riesgo muy grande de que esta ultraderecha descarada cercene muchos derechos sociales”, señala a EFE en relación al partido Vox.

También le preocupa lo que pueda pasar con los migrantes, ya que la llegada de la ultraderecha siente que “habilita a la xenofobia en las calles”, como sucedió con Donald Trump en Estados Unidos, y muchos sienten la libertad de aplicar la violencia sobre estos colectivos.

CONCEPTO DE MERCADO

Otro de los colectivos latinoamericanos más numerosos en España son los ecuatorianos (con 123.736 residentes según cifras del INE de 2022), como Jesús Mantilla, antropólogo de 23 años que vive en Madrid y apoya a Sumar.

“Las medidas que el gobierno de coalición ha llevado a cabo en los últimos años me han beneficiado, ya que hemos pasado de sobrevivir el día a día a vivir”, afirma.

Para él, los latinos que votan a la derecha lo hacen como quien “elige equipo de fútbol”, explicando que muchos son, por ejemplo, del Real Madrid y no de un equipo modesto, porque con el grande siempre tienen la sensación de que van a ganar algo.

Sobre la diferencia entre la izquierda española y latinoamericana, cree que aquí falta “conciencia de clase” y que la forma de actuar en cosas como la “concepción de los mercados es diferente”.

“En España no se entiende todavía que hay que tomar control de los mercados y hacer a la sociedad dueña de ellos como sí sucede en Latinoamérica. Aquí aún estamos a la estela del neoliberalismo”, lamenta.

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