Arabia Saudí, país que alberga los lugares más sagrados para los más de 1.300 millones de musulmanes del planeta, expresó su “enérgica condena y denuncia al otorgamiento por las autoridades suecas de forma repetida e irresponsable de permisos oficiales que les autorizan quemar y profanar copias del sagrado Corán”.
Un comunicado del Ministerio de Exteriores saudí califica esa autorización como “provocación sistemática contra los sentimientos de millones de musulmanes en el mundo”.
Afirma también que "convocará al encargado de negocios sueco" para entregarle un memorando de protesta para que "tomen todas las medidas inmediatas y necesarias para detener semejantes actos vergonzosos" que -dijo- "alimentan el odio y obstaculizan el diálogo".
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Una postura similar expresó Catar, cuyo Ministerio de Exteriores afirmó que convocará al embajador sueco en Doha para protestar por “la agresión contra el Corán”.
"Catar expresa su fuerte denuncia de es permiso repetido en Suecia (...), y el fracaso de las autoridades allí para detener estas prácticas (...) a pesar de la repetida condena de los países árabes e islámicos y la condena de la comunidad internacional".
La Organización de la Cooperación Islámica (OCI), con sede en la ciudad portuaria saudí de Yeda e integrada por 57 Estados miembros, también expresó su “profunda decepción por los repetidos permisos de las autoridades suecas, a pesar de las terribles consecuencias del vil acto de profanación”.
Por su parte, la rica alianza política y económica del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrada por seis países, consideró que la profanación del libro sagrado musulmán “es una prueba del rencor, el odio y el extremismo”.
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Irán, país islámico pero no árabe, afirmó que convocó al embajador de Suecia en Teherán para "informarle de la enérgica condena por la República Islámica de esa acción vergonzosa", informó hoy la agencia de noticias oficial iraní, IRNA.
"Irán y los otros países islámicos (...) estamos dispuestos a tomar medidas disuasorias y coordinadas", dijo el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian, tras condenar "el comportamiento irresponsable del gobierno sueco", según IRNA.
Abdollahian telefoneó a su homólogo iraquí, Husein Fuad, tras la decisión del jueves de Bagdad de retirar a su encargado de negocios de Suecia y pedir a la embajadora del país nórdico abandonar Irak.
Ambos ministros coincidieron sobre "la necesidad de convocar una reunión de emergencia de la OCI para abordar ese asunto", añadió IRNA.
Ninguno de los Estados islámicos que condenaron la autorización por Suecia de la profanación del Corán se ha referido al incendio la madrugada del jueves de la Embajada del país europeo en Bagdad por manifestantes iraquíes, con excepción del Ejecutivo iraquí que se comprometió a castigar a los responsables.
Suecia calificó de “inaceptable” el ataque contra su embajada y anunció que convocará al representante diplomático iraquí en Estocolmo.