La Policía Montada de Canadá dijo que el piloto murió el miércoles en los alrededores del lago Haig, al norte de la provincia de Alberta. El hombre, cuyo nombre no ha sido dado a conocer, era el único ocupante del helicóptero Bell 205A, que estaba equipado para arrojar agua sobre las llamas.
El piloto, de 41 años, es la tercera persona que muere este año combatiendo incendios forestales en el país. El 13 de julio, la bombera Devyn Gale, de 19 años, falleció cuando le cayó un árbol mientras participaba en tareas de extinción en la provincia de Columbia Británica.
Y el pasado sábado, otro bombero, Adam Yeadon, de 25 años, murió en los Territorios del Noroeste, una de las regiones más septentrionales de Canadá.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, señaló en Twitter que estaba "desolado" por la muerte del piloto mientras combatía la peor temporada de incendios forestales de la historia del país.
"Nunca olvidaremos su servicio", dijo Trudeau.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, señaló que Canadá tiene 885 incendios forestales activos, de los que 600 están fuera de control.
Casi la mitad de todos los incendios forestales, 400, están concentrados en Columbia Británica y otros 117 en Alberta, explicó el ministro canadiense.
Guilbeaut apuntó a la crisis climática como la razón por la que este año se hayan batido todos los récords, tanto de incendios como de superficie quemada, que ya supera los 110.000 kilómetros cuadrados, 10 veces más que la media anual.
"Sabemos que el cambio climático empeora la temporada de incendios forestales", afirmó.
Guilbeault también agradeció la contribución que este año han realizado centenares de bomberos llegados a Canadá de países como España, Portugal, Francia, Costa Rica, México, Estados Unidos, Sudáfrica, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
En la actualidad, 1.779 bomberos extranjeros se encuentran en Canadá participando en las tareas de extinción de incendios forestales.