“Hemos estado negociando todo el fin de semana para tener una declaración birregional positiva y constructiva. Seguimos trabajando en ello”, dijo Gustavo Martínez Pandiani, que es subsecretario para América Latina y Caribe y coordinador nacional de Argentina.
También agregó: “Lo que nos une es mucho más que lo que nos divide” y manifestó un “optimismo cauto” sobre que la declaración salga adelante.
Fuentes comunitarias europeas confirmaron a EFE que las negociaciones continúan este domingo, cuando está prevista una reunión de los embajadores de los Veintisiete para abordar el texto.
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La declaración de la cumbre de Bruselas verá recortada su longitud inicial en aras de lograr el máximo consenso posible, según reconocieron fuentes comunitarias.
Uno de los asuntos más espinosos es la condena a la guerra de Rusia en Ucrania que la UE en especial tiene interés de incluir en el documento.
En una versión anterior del texto, la parte latinoamericana y caribeña no había hecho mención a ello.
Para Europa es importante mostrar en esta cumbre la sintonía con una región de mentalidad parecida y que vota de igual manera en Naciones Unidas en asuntos relacionados con derechos humanos.
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También presenta dificultades las alusiones a la financiación de la mitigación del cambio climático.
La UE está dispuesta a evaluar la propuesta del presidente colombiano, Gustavo Petro, de reestructurar el sistema financiero global para adoptar el cambio de deuda extranjera por acción climática.
Otro asunto que aún no estaba cerrado era una referencia a las reparaciones y una condena a la esclavitud; fuentes europeas confiaron en que recoja el lenguaje de la declaración de Durban de la ONU, que ya iba en ese sentido, y consideraron que finalmente este tema no sería un obstáculo para cerrar la declaración.
La cumbre UE-Celac reúne este lunes y martes a 60 países con la ambición de reforzar y modernizar la relación y estrechar la cooperación, tras ocho años sin reunirse los líderes de ambas regiones.
El encuentro estará copresidido por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, como presidente “pro tempore” de la Celac
La defensa del multilateralismo entre dos regiones que se consideran muy afines y la apuesta por la inclusividad serán motores de esta cumbre, en la que la UE quiere dialogar no solo con los países más afines sino también con los que mantiene discrepancias.
Para intentar dar seguimiento a los resultados de las cumbres y garantizar que se celebren cada dos años -como era costumbre-, la UE propone un "mecanismo de coordinación” basado en reuniones periódicas de altos funcionarios y ministros Exteriores.
Otro de los resultados se centrará en la agenda de inversiones del programa europeo Global Gateway -con el que la UE quiere competir con la nueva Ruta de la Seda china en la región-, que desarrollará infraestructura para la transición digital y verde o en áreas como el transporte, la energía, la salud o la educación.