“Habría que ser un imbécil redomado para preparar una voladura de la central cuando uno tiene 3.500 empleados trabajando allí cada día, y además una cantidad muy considerable de personas que han venido de toda Rusia para ayudar con asuntos tecnológicos y de seguridad”, aseveró en un vídeo publicado en Telegram.
El jefe de Rosatom argumentó que la inteligencia militar rusa sacó a la luz los preparativos ucranianos para atacar la central nuclear, una operación que Kiev buscaba ocultar tras una cortina de humo informativa con acusaciones sobre las presuntas intenciones rusas de volar la planta.
"La mejor forma de enfrentar los ataques informativos, la guerra informativa, consiste en mostrar honestamente la situación corriente y confirmar esta situación con valoraciones independientes", señaló.
Lijachov afirmó en una entrevista al periodista ruso Pável Zarubin, cercano al Kremlin, que las autoridades rusas habían respondido a las acusaciones ucranianas "con palabras y hechos", algo que confirmaron los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que están en esta instalación.
Ucrania ha acusado en varias ocasiones a Rusia de haber minado la nuclear de Zaporiyia, controlada por el Ejército ruso desde marzo de 2022, una información desmentida por los expertos del OIEA presentes en la planta, según los cuales no hay "ningún indicio visible" de esto.
“Hasta ahora no han visto ninguna mina ni explosivo”, declaró el director general Rafael Grossi.