La reunión tuvo lugar el domingo pasado en Naipyidó, según un comunicado del Ministerio de Exteriores tailandés, y es la primera conocida de un representante de un Gobierno extranjero con la depuesta consejera de Estado y líder de facto del Gobierno democrático apartado del poder en febrero de 2021 por un golpe de Estado militar.
Los militares incluso han negado previamente las visitas del equipo de abogados que representa a Suu Kyi, en decenas de causas presentadas tras el levantamiento, y no han permitido el acceso al relator enviado por Naciones Unidas.
El canciller de Tailandia, país que se ha mostrado cercano al régimen militar birmano, visitó el país vecino en un viaje no anunciado antes de acudir esta semana a la reunión de jefes de la diplomacia de los países que conforman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que se celebra en Yakarta.
Durante la cita del bloque regional, Don informó a sus homólogos del reciente viaje y precisó que Suu Kyi se encuentra "en buen estado de salud", según el comunicado.
Además, el ministro indicó que la líder depuesta mostró su apoyo al "diálogo" en el país y expresó su preocupación por el impacto sufrido por los birmanos y la economía en los últimos dos años.
Don calificó la reunión con Suu Kyi como un paso positivo hacia una solución pacífica a la crisis en Birmania y precisó que la ASEAN tiene un papel esencial en crear puentes entre los diferentes bandos en el país en medio del empeoramiento del crimen transnacional desde el golpe.
Desde la sublevación, la justicia birmana ha condenado a Suu Kyi a un total de 33 años de prisión por múltiples delitos, entre ellos de corrupción, violar las leyes contra la pandemia o vulnerar la ley de secretos oficiales, entre otros.
Cargos que los representantes de la líder birmana califican como inventados.
La inestabilidad en Birmania, país sumido en una profunda crisis a raíz del levantamiento militar, es uno de los temas centrales de la reunión de ministros de la ASEAN, que comenzó la víspera y discurre hasta el viernes.
Los países del bloque se han mostrado divididos sobre la manera de abordar el conflicto en Birmania, uno de los diez socios y cuya asistencia a las cumbres de más alto nivel ha sido vetada a los representantes militares.
La ASEAN confía en la hoja de ruta pactada en abril de 2021 entre los mandatarios del bloque y el jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, con cinco puntos de consenso, incluidos el fin de la violencia contra civiles y un diálogo inclusivo, entre otros.
Sin embargo, desde aquella fecha, poco se ha avanzado para cumplir el pacto y, al contrario de su propósito, las batallas se han intensificado y propagado por todo el país.
Al menos 3.780 personas han muerto por la brutal represión ejercida por parte de las fuerzas de seguridad y más de 19.400 permanecen detenidas, según datos de la oenegé birmana Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
Fundada en 1967, la ASEAN está formada por Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Vietnam y Birmania y ha establecido una hoja de ruta para la inclusión de Timor Oriental.