La presidenta de Caminando Fronteras, un colectivo de defensa de los derechos de los migrantes, Helena Maleno, explicó a EFE que se trata de una embarcación neumática que partió de la localidad marroquí de Tan Tan con 55 personas a bordo, 11 de ellas mujeres y 3 niños, de países como Senegal, Gambia, Etiopía, Sudán o Sri Lanka.
Según indicó Maleno, a día de hoy permanecen desaparecidas en aguas atlánticas otras cinco embarcaciones salidas en junio desde la costa de Marruecos, entre Tan Tan y Agadir, hacia las Islas Canarias con 266 personas a bordo, tanto subsaharianas como marroquíes.
En cuanto a la embarcación que llegó a la costa el viernes empujada por las corrientes tras quedar a la deriva, Maleno explicó que un día después de que zarpara, el 23 de junio, las autoridades de rescate españolas recibieron una posición del teléfono satelital que llevaban los migrantes a bordo.
Lea más: Migrantes instalan campamento temporal para entregarse a las autoridades en sur de México
Los servicios de rescate españoles reportaron luego a Caminando Fronteras que habían comunicado la posición a las autoridades marroquíes, las cuales les contestaron que la embarcación no estaba allí.
“Es un infierno”, relató un superviviente
Dos de los supervivientes, con los que Caminando Fronteras pudo hablar, se encuentran ingresados en el hospital de El Aaiún, en el Sáhara Occidental. Se trata de un sudanés y un marfileño, que sufren de deshidratación y quedamuras.
Ellos relataron que de los 55 tripulantes de la embarcación solo sobrevivieron cuatro personas. Se desconoce si los otros dos están en otro hospital o bien han sido detenidos por las autoridades marroquíes, en cuyo caso suelen ser expulsados del país o desplazados a zonas del interior de Marruecos.
Lo que relatan de los ocho días a la deriva, dijo Maleno, es “un infierno”, hasta que las propias corrientes los volvieron a dirigir a la costa para acabar llegando a un punto entre Tan Tan y Tarfaya.