El déficit fiscal se elevó 0,49 puntos en mayo hasta situarse en el equivalente al 6,39 % del producto interno bruto del país, mientras que la deuda pública siguió la misma tendencia y creció hasta el 73,6 % del PIB, informó este viernes el Banco Central.
En términos interanuales, el déficit público nominal, que incluye el resultado del sector público primario y el pago de los intereses de la deuda, repuntó casi medio punto frente al 5,90 % del PIB reportado en abril pasado.
De esta forma, el desequilibrio entre ingresos y gastos fue de unos 656.500 millones de reales (136.000 millones de dólares o 125.000 millones de euros) en el acumulado de los últimos doce meses concluidos el pasado mes de mayo.
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El resultado de mayo rompe la tendencia a la baja registrada entre marzo y abril, cuando se redujo desde el 6,09 % hasta el 5,90 % del PIB.
El control del déficit es uno de los grandes retos económicos del Gobierno del presidente progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que ha presentado al Congreso un marco fiscal con nuevas reglas para contener los desequilibrios y que está muy cerca de superar todos los trámites legislativos.
El déficit fiscal de Brasil en la desaceleración
Con base a ello, el Ejecutivo brasileño ha prometido reducir a cero el déficit primario en las cuentas públicas del país el próximo año.
Por otro lado, la deuda pública bruta de Brasil en mayo era de 7,56 billones de reales (1,57 billones de dólares), lo que supone el equivalente al 73,6 % del PIB frente al 72,9 % de abril.
Según el Banco Central, ese resultado se debió al “aumento de los intereses nominales, de las emisiones netas de deuda y al efecto de variación del PIB”.
Después de un crecimiento económico sorprendente en el primer trimestre del año, el Banco Central de Brasil espera una desaceleración de la actividad del país a partir del segundo semestre.
Pese a ese contexto, espera un crecimiento del 2,0 % de la mayor economía de América Latina para este año, frente al 1,2 % que proyectó en marzo pasado.