Cercano aliado de Putin, Alexander Lukashenko desempeñó un papel de mediador en la crisis, acogiendo a Prigozhin y a sus hombres que lo deseen en Biolorrusia, en el marco de un acuerdo celebrado con él.
“Le dije a Putin: se le puede matar, no es un problema. Ya sea en el primer intento o en el segundo. Pero le aconsejé que no lo haga”, declaró Lukashenko ante los responsables bielorrusos, según un video difundido por la cadena Telegram, próximo a la residencia, Pool Pervogo.
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Según Lukashenko, Prigozhin llegaría a Bielorrusia el martes, después de haber recibido las “garantías de seguridad” que prometió el lunes Vladimir Putin en una alocución.
Putin agradeció repetidamente a Alexander Lukashenko su mediación en esta rebelión, el peor golpe contra su autoridad en más de 20 años de poder en Rusia.