“En estos días se cumplen 40 años de la desaparición de Emanuela Orlandi. Deseo aprovechar esta circunstancia para expresar una vez más mi cercanía a sus familiares, sobre todo a la madre y asegurarle mi oración”, dijo el pontífice al término del rezo del Ángelus dominical.
“Extiendo mi recuerdo a todas las familias que llevan el dolor de una persona querida desaparecida”, añadió.
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Entre los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escuchar a Francisco se encontraban algunos familiares de la joven, como su hermano Pietro Orlandi, que había mostrado su esperanza de que el papa dijera esta domingo una palabras sobre Emanuela y había organizado una manifestación que terminó precisamente en el Vaticano.
"Espero que el papa pueda expresar unas palabras de esperanza para que podamos llegar a la verdad y sinceramente no tengo dudas de que llegarán, porque ha sido él quien ha abierto esta investigación, lo que significa que existe la voluntad por su parte de esclarecer las cosas", dijo a EFE este miércoles.
Pietro Orlandi: “Un gesto muy positivo”
Según Orlandi, estas palabras del papa son un gesto “muy positivo” que puede ayudar a impulsar las investigaciones sobre la desaparición de la joven, el 22 de junio de 1983.
El pasado jueves, al cumplirse exactamente 40 años de la desaparición, la justicia vaticana reveló que había encontrado “algunas líneas de investigación dignas de ser profundizadas” al anunciar que había entregado a la Fiscalía de Roma toda la documentación que ha recogido en los últimos meses sobre el caso.
El Promotor (fiscal) de Justicia del Estado de la Ciudad del Vaticano, Alessandro Diddi, reabrió la investigación a finales de 2022, unos meses antes de que en mayo pasado también la Fiscalía de Roma iniciase una nueva investigación, tras dos anteriores sin éxito.
¿Quién fue Emanuela Orlandi?
Emanuela Orlandi era una ciudadana vaticana (su padre era un empleado de la Santa Sede y vivía dentro de los muros vaticanos) que desapareció con 15 años cuando salió de casa para acudir a sus clases de música en Roma y se ha convertido en uno de los grandes misterios de la historia italiana.
Su desaparición fue relacionada en varias investigaciones periodísticas con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca, así como también se habló de una red de pederastas y de la Banda della Magliana, la mafia de Roma de los años 70 y 80.
Aunque ninguna de las investigaciones arrojó resultados, su familia no se ha cansado de exigir verdad y justicia, y Pietro Orlandi, fue escuchado el pasado 12 de abril por primera vez por el fiscal vaticano, a quien entregó toda la información en su posesión y le pidió que se interrogase a todos los cardenales y hombres de la curia que podrían saber qué sucedió.
“Es una enorme injusticia, sobre todo cuando se sabe que hay personas que conocen lo que ha sucedido, por lo que nunca podré aceptarla, aunque hayan pasado cuarenta años. Nuestro objetivo es llegar a la verdad y hacer justicia a mi hermana”, aseguró a EFE Orlandi.