“Mi juicio es un gran recado para el TSE demostrar lo que es una democracia”, declaró Jair Bolsonaro en entrevista al canal CNN Brasil. a un día del juicio por sus supuestos abusos de poder y que de ser desfavorable le puede retirar todos sus derechos políticos.
La acusación, extensiva al general Walter Braga Netto, quien fue compañero de fórmula de Bolsonaro como candidato a vicepresidente el año pasado, sostiene que el líder de la ultraderecha violó la ley electoral en numerosas ocasiones.
El proceso fue impulsado por el Partido Democrático Laborista (PDT, por sus siglas en portugués) y está centrado en la dura campaña de descalificación que Bolsonaro mantuvo contra la Justicia electoral durante los dos años previos a los comicios de octubre pasado.
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Un punto central de la acusación es una reunión que Bolsonaro convocó en la residencia oficial de la Presidencia con medio centenar de embajadores extranjeros el 18 de julio de 2022 para insistir en su campaña de descrédito contra el sistema electoral.
“La política externa es de competencia privativa del presidente de la República” y la reunión fue realizada en la residencia particular sin “hablar de fraude” y antes de iniciarse la campaña electoral, justificó Bolsonaro.
En esa reunión, transmitida por la televisión pública por orden expresa de la Presidencia, el entonces gobernante intentó convencer a los diplomáticos de los supuestos fraudes que permitirían las urnas electrónicas que se utilizan en las elecciones en Brasil desde 1996.
Sin comprobación de irregularidades en casi tres décadas desde su implementación, Bolsonaro dijo este miércoles que en la reunión abordó una investigación al respecto de la Policía Federal sobre las elecciones de 2018, que él ganó, y que "todavía no fue concluida".
"Hablamos del voto impreso", un proyecto que desde 2012, cuando era diputado, Bolsonaro lideró sin éxito, y "no se justifica una reunión con embajadores para retirarle los derechos políticos a alguien", aseveró el exmandatario.
Durante la entrevista, Bolsonaro aludió varias veces al juicio electoral al que fueron sometidos en 2017, sus antecesores Dilma Rousseff (2011-2016) y Michel Temer (2016-2018) y que el TSE decidió archivar tras rechazar otras acusaciones diferentes de la inicial.
"Quiero que se repita el mismo criterio de 2017 y que otras acusaciones no sean anexadas", como las varias que pesan sobre él en otros procesos, con un "juicio justo" para que no se cometa una "injusticia", apuntó.
El exgobernante manifestó que no contempla la "posibilidad" de perder sus derechos y consideró que en la actualidad él representa la "centroderecha", pero que en una hipótesis desfavorable para las elecciones de 2026 los nuevos líderes "van a surgir".
“Quiero continuar contribuyendo a la vida pública y no quiero quedarme encerrado en casa”, aseveró Bolsonaro.