"Es la culminación exitosa de un proceso largo, pero cargado de simbolismo, es la escalada de un paso más en el camino hacia una paz duradera, tan clamada por los mozambiqueños", dijo el presidente Nyusi durante su discurso al añadir que "para una paz duradera no hay etapa final, es un proceso que tiene que alimentarse infinitamente".
La ceremonia de desarme, en la que el jefe de Estado recibió simbólicamente la última arma en poder de Renamo, se realizó en la montaña de Gorongosa, en el centro de Mozambique, el lugar que fue el bastión de Renamo durante la guerra civil en Mozambique (1977-1992) y los conflictos electorales de 2009 y 2014.
Momade declaró que esperan una reintegración "humanizada y digna" y "el cumplimiento de las promesas tanto del Gobierno como de la comunidad internacional", como, por ejemplo, el cobro de pensiones por parte de 5.221 ex guerrilleros.
Este es el segundo proceso de desarme, desmovilización y reintegración en Mozambique.
El primero se produjo tras una guerra civil que enfrentó al gobernante Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) y al partido Renamo durante 16 años y culminó con un acuerdo de paz firmado en 1992.
Renamo es la principal fuerza de la oposición mozambiqueña, de tendencia derechista e instigada por los servicios secretos de Sudáfrica y la antigua Rodesia (Zimbabue), mientras el Frelimo, formación del actual presidente, es una antigua guerrilla marxista y gobierna desde 1975.
En 2009, tras ser derrotado en las elecciones generales y alegar fraude, Renamo volvió a reunir a sus partidarios y se levantó en armas hasta la firma de un nuevo Acuerdo de Paz en septiembre de 2014.
La mayor formación política de la oposición en Mozambique, en aquel momento todavía liderada por Afonso Dhlakama, fue de nuevo derrotada en las siguientes elecciones y ante nuevas pruebas de fraude volvió a tomar las armas.
En agosto de 2019 ambos partidos firmaron un nuevo acuerdo de paz, que exigía el desarme inmediato de la Renamo y la reintegración de sus integrantes.
Momade, que sucedió a Dhlakama al frente de Renamo, recordó durante el acto de hoy, del que fueron testigos los socios de la cooperación internacional que viene apoyando la paz en Mozambique, "que las guerras cíclicas que han asolado nuestro país son consecuencia de sucesivos fraudes electorales".
En referencia a las eleciones locales previstas para el próximo 11 de octubre en el país, el opositor advirtió de "irregularidades" en el censo electoral, concluido el pasado día 3, y lo calificó como "una señal de ensayo de un nuevo fraude electoral y de creación de un ambiente fértil para un conflicto postelectoral".