Hoy mismo fue nombrada como directora ejecutiva interina, Patty Stonesifer, jefa de la junta de Amazon y directora ejecutiva de la Fundación Gates, que asumió de forma inmediata el cargo en el periódico para liderar la búsqueda de un reemplazo para Ryan.
Ryan, de 68 años, se marcha para dirigir el nuevo Centro sobre Civilidad Pública de la Fundación Presidencial Ronald Reagan.
En declaraciones al Post, este exfuncionario de la Administración de Reagan (1981-1989) explicó que tiene el apoyo de Bezos en esta decisión y aseguró que su relación no puede ser más cercana. De hecho, indicó Ryan, Bezos ha proporcionado la financiación inicial para la planificación y el diseño de ese centro de la fundación.
En una circular al personal del periódico, Bezos expresó su agradecimiento a Ryan y alabó que haya estado centrado en "la intersección entre el periodismo y la tecnología".
Por su parte, Ryan apuntó en un comunicado dirigido a los trabajadores que juntos todos han cumplido con "una de las transformaciones más extraordinarias en la historia de los medios de comunicación", ya que el diario "ha evolucionado de un periódico local en papel a una publicación global digital".
El directivo abandona el periódico en un momento en que la industria en EE.UU. sufre despidos y un descenso de audiencia, de los que The Washington Post no ha quedado inmune.
Esta última época ha estado marcada por el conflicto entre los responsables del diario y su sindicato: en enero The Washington Post eliminó dos docenas de puestos en la redacción, alegando "el ambiente económico" del momento.
Un mes antes, Ryan fue increpado por miembros sindicato durante un encuentro en el que habló de los despidos.
"Creo firmemente en que hay un modelo sólido para un periodismo exitoso y The Washington Post está buen posicionado para hacer eso", aseguró Ryan en su nota, donde añadió que no duda de que "un periodismo de alta calidad" siempre tendrá éxito.
Bezos compró en 2013 el periódico estadounidense, acabando con 80 años de administración de la familia Graham. Una de sus principales decisiones fue contratar a Ryan, director ejecutivo fundador del medio Politico, al que le encargó convertir al Post en un periódico nacional y global.
En aquel momento, la mayor parte de los ingresos del rotativo provenían del papel y apenas tenía 35.000 suscriptores digitales. Ryan afirmó que actualmente la mayor parte de los ingresos vienen del negocio digital, donde cuenta con 2 millones de suscriptores.