La decisión del tribunal llega después de que el jurado declarara a Raúl Díaz Chacón culpable el pasado 6 de junio, tras haber admitido durante la primera sesión del juicio que mató a su esposa Romina Celeste Núñez en 2019 y que se deshizo del cadáver arrojándolo al mar.
La condena de hoy llega tras múltiples dilaciones sufridas por el caso y que provocaron, entre otras cuestiones, que Díaz Cachón esté en libertad desde enero de 2023, tras agotar el tiempo máximo en prisión provisional permitido por la ley española (cuatro años).
La sentencia, emitida por la Audiencia de Las Palmas (Islas Canarias, Atlántico) y conocida este viernes, lo considera autor de seis delitos:
- homicidio,
- maltrato habitual,
- dos de lesiones en el ámbito de violencia machista,
- profanación del cadáver
- y denuncia falsa
Llega después de que Raúl Díaz Chacón confesara al comienzo del juicio que mató a Romina, algo que había negado durante los últimos cuatro años.
Así fue el asesinato de Romina Celeste Núñez en manos de Raúl Díaz Chacón
El suceso ocurrió en la madrugada del 1 de enero de 2019 y el condenado siempre sostuvo que encontró a su mujer muerta en la casa en la que vivían en la isla canaria de Lanzarote, y que quemó y descuartizó el cadáver para arrojar los restos al mar porque temía que lo culparan, ya que ella lo había denunciado por malos tratos.
La condena, con la que ya se había mostrado conforme la defensa, lo obliga además a indemnizar con 260.000 euros a los dos hijos de Romina Celeste, ambos menores, y a la madre de esta.
La sentencia remarca que el procesado “reconoció no solo que agredió física y psíquicamente en distintas ocasiones a Romina, sino que la trataba con total desprecio, llegando a generar en ella un estado de angustia y miedo”.
Y respecto a lo que hizo con el cadáver de la víctima -quemarlo, desmembrarlo, eviscerarlo...-, subraya que no se trata de un mero intento de ocultar el crimen, sino que “revela una falta de respeto de tal entidad que desborda” el autoencubriento del homicidio y constituye un delito añadido, profanación del cadáver.