Un grupo de más de 50 insurgentes atacaron las instalaciones administradas por MOL Pakistan Oil and Gas Company, una compañía húngara, en el área de Mainji Khel, cerca de la frontera con Afganistán.
"Más de 50 terroristas atacaron dos pozos de la empresa entre el lunes y el martes por la noche y mataron a cuatro miembros de la Policía Fronteriza y a otros dos guardias de una empresa privada", indicó a EFE el responsable policial de la localidad de Hangu, Asad Ullah.
El funcionario agregó que hubo un intercambio de disparos entre el personal de la policía en el área y los insurgentes que se prolongó por más de dos horas.
Tras los disparos, "los terroristas huyeron del área aprovechando la oscuridad hacia la zona tribal contigua de Waziristán del Norte", agregó Ullah.
Esta empresa húngara, dedicada a la extracción de petróleo y gas natural en Pakistán desde 1999, tiene también un contrato de extracción de recursos naturales en el área de Tall Tehsil, de Hangu, y en algunas áreas de los distritos de Kohat y Karrak, en Khyber Pakhtunkhwa.
Por el momento, ningún grupo u organización terrorista se ha atribuido la responsabilidad de este ataque, que ocurre en un contexto de repunte de actividades terroristas en el país desde la llegada al poder en Afganistán de los talibanes, en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes.
La situación se deterioró aún más desde el pasado diciembre, cuando el principal grupo paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), anunció el fin del alto el fuego alcanzado un mes antes con Islamabad, al que acusó de incumplir sus compromisos en unas negociaciones de paz.
Según el Instituto de Estudios sobre Conflicto y Seguridad del país asiático (PICSS), el pasado enero fue el mes más mortal en términos de insurgencia desde julio de 2018, con al menos 134 muertos y 254 heridos en 44 ataques.