"El modo en que producimos, usamos y desechamos los plásticos está contaminando los ecosistemas, lo que crea riesgos para la salud humana y desestabiliza el clima", dijo este martes a través de un comunicado la directora ejecutiva de esta agencia de la ONU, Inger Andersen.
Sin embargo, Andersen destacó que la hoja de ruta del PNUMA puede "reducir drásticamente estos riegos a través de la adopción de un enfoque circular que mantenga los plásticos fuera de los ecosistemas, fuera de nuestros cuerpos y en la economía".
El documento, titulado "Cerrando el grifo: Cómo el mundo puede terminar con la contaminación por plástico y crear una economía circular", pretende ser una "brújula" para los gobiernos y "se apoya sólo en tecnologías y soluciones que ya existen, pero requiere una acción urgente y simultánea que cruce fronteras", según la agencia.
El PNUMA advirtió de que "un retraso de cinco años (en la aplicación de estas medidas) puede llevar a un aumento de 80 millones de toneladas" de la contaminación por plástico para 2040.
Además de la eliminación de los plásticos innecesarios para "reducir los residuos en origen", el informe propone como solución tres "cambios en el mercado": reutilizar, reciclar y, asimismo, reorientar y diversificar los materiales.
"Impulsar el mercado de productos reutilizables (como botellas y bolsas de múltiples usos, dispensadores a granel o la reparación, entre otros) en lugar de una economía desechable significa garantizar que el mercado de la reutilización implique mayores oportunidades de negocio que el mercado de productos de plástico de un solo uso", señaló el PNUMA.
En el mismo sentido, diferentes medidas podrían aumentar los beneficios económicos del reciclaje, subraya el informe: desde la retirada de los subsidios para los combustibles fósiles que hacen más baratos los plásticos nuevos hasta la prohibición de los plásticos difíciles de reciclar o los productos químicos "peligrosos".
Sin embargo, incluso si se aplican estas medidas, en 2040 aún habrá que gestionar unos 100 millones de toneladas de plásticos de un solo uso, equivalente a 30.000 kilómetros de residuos en línea recta o a la distancia de ida y vuelta entre Nueva York y Sídney, advirtió la agencia.
Si bien el PNUMA reconoce que "los costos de inversión para el cambio sistémico recomendado son significativos", son menores que los gastos si no se materializan esos cambios.
El dinero para esa inversión, señala el documento, puede ser recaudado al desviar los fondos asignados a crear nuevas instalaciones de producción de plástico, que ya no serán necesarias, o mediante regulaciones que obliguen a los productores a hacerse cargo de la recolección, el reciclaje y el desecho del plástico.
El PNUMA calcula que alrededor de 7.000 millones de las 9.200 millones de toneladas de plástico producidas entre 1950 y 2017 se han convertido en residuos plásticos que acabaron en los vertederos o arrojadas a los ecosistemas.
Así, esta institución de la ONU considera la contaminación por plásticos "una crisis global" contra la que es necesario actuar rápidamente y de manera coordinada.
Este nuevo informe del PNUMA cobra una importancia especial al publicarse poco antes del inicio en París el próximo 29 de mayo de la segunda reunión del Comité Negociador Intergubernamental sobre un tratado vinculante para hacer frente a la contaminación por plástico.
El comité surgió el pasado febrero de la V Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-5), celebrada en la capital keniana.