Los jueces instructores se han alineado, en la decisión tomada este martes, con la requisitoria de la Fiscalía antiterrorista para sentar en el banquillo a todos esos acusados, entre otros, Azim Epsirkhanov y Naïm Boudaoud.
Ambos están acusados de ser cómplices del asesinato terrorista al haber acompañado a Abdoullakh Anzorov a comprar las armas con las que cometió el crimen y, en el caso del segundo, también de haber ido con él el mismo día del crimen.
Anzorov, de 18 años, estuvo esperando a Paty en el exterior de su colegio de Conflans-Saint-Honorie, al noroeste de París, y decapitó al profesor de historia de 47 años que había sido objeto en las redes sociales de una campaña en la que se le reprochaba haber mostrado en sus clases caricaturas de Mahoma.
El joven terrorista checheno fue abatido por la policía poco después de su crimen.
Del delito de complicidad con malhechores con fines terroristas responderá Brahim Chnina, el padre de la alumna que aseguró que Paty había mostrado las caricaturas, aunque en realidad luego se demostró que ella no estaba presente en el aula.
También está imputado por ese mismo cargo Abdelhakim Sefrioui, militante islamista junto al cual Chnina colgó vídeos en redes sociales que atizaron la polémica antes del asesinato; al igual que Priscilla Mangel, convertida al islam, que también intervino en Twitter.
Otros tres adultos comparecerán para responder de delitos menores, aunque sus abogados ya han anunciado que recurrirán.
Junto a ellos, seis adolescentes, que tenían entre 14 y 15 años en el momento de los hechos, serán juzgados en un tribunal de menores, acusados de haber hecho labores de vigilancia en la escuela el día del crimen o haber identificado a Paty ante el asesino.
La hija de Brahim Chnina, que dijo que había visto las caricaturas en clase, también comparecerá por denuncia calumniosa.