El detonante principal de la manifestación fue el asesinato de dos indígenas hace unas dos semanas presuntamente por parte de las autoridades, después de que un grupo de indígenas incendiara varios camiones y una comisaría de Policía en la zona de Pikin Saron, al suroeste de la capital.
Sharmaine Artist, portavoz del grupo "Native Power" afirmó que esta marcha fue el comienzo de una serie de acciones que se llevarán a cabo durante las próximas semanas.
En este sentido, precisó que la organización planea ahora escribir a varias organizaciones internacionales de Derechos Humanos, incluida la Organización de los Estados Americanos (OEA), sobre "el maltrato" que reciben los indígenas por parte del Gobierno surinamés.
"También estamos viajando a los distintos pueblos para hablar con la gente y explicarles lo que pretendemos hacer", explicó Artist, agregando que también reclaman derechos sobre la tierra.
Los activistas denuncian que debido a la falta de reconocimiento legal de los derechos sobre la tierra, la situación es confusa, lo que da lugar a muchas actividades económicas ilegales, entre ellas la extracción de oro.
"Fue bonito ver a todos los grupos indígenas. Demostramos que somos uno. Fue bonito que la gente de los distintos pueblos, también del extremo sur, se movilizara para venir aquí. Caminamos en unidad", sentenció Artist.
A finales de febrero miles de personas tomaron las calles de Surinam contra la eliminación de los subsidios a los combustibles y algunas irrumpieron en el edificio del Parlamento, desatándose enfrentamientos con la Policía que se saldaron con un muerto y 20 heridos, así como un centenar de detenidos.
Unos días después, el presidente de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, aseguró que serían llevados ante la Justicia todos aquellos responsables de las violentas protestas, que generaron gran controversia y división política en el país.