Vieira participó en una audiencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y comentó un “documento adicional” que la Unión Europea (UE) ha presentado para intentar desatascar el acuerdo comercial, que fue concluido a nivel técnico en 2019, tras dos décadas de tratativas, pero en el que aún deben ser limadas algunas aristas.
Según el ministro, ese documento contiene exigencias "leoninas" en el plano medioambiental, que "son extremadamente duras y difíciles" y pueden abrir "la posibilidad de sanciones, con base en una legislación ambiental europea extremadamente rígida y compleja de verificación", que "puede traer perjuicios enormes" al Mercosur.
Aseguró que esas nuevas condiciones "hasta aumentan compromisos" adoptados por Brasil en el marco del Acuerdo de París, en cuanto a metas relacionadas con el combate al cambio climático.
"Si esos compromisos y contribuciones son voluntarias, no pueden ser objeto de sanciones", pues el cumplimiento de esas metas depende hasta de las "condiciones climáticas" que se presentarán en el corto y mediano plazo, declaró.
Sin embargo, explicó que Brasil mantiene conversaciones con sus socios del Mercosur (Argentina, Uruguay y Paraguay) a fin de llegar a una posición común y “presentar una contrapropuesta” a las nuevas exigencias comunitarias, a fin de concluir un acuerdo que consideró “importantísimo” para ambas partes.