El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, estimó en un comunicado de prensa que cada semana se ejecuta, de media, a una decena de personas, aunque estas cifras podrían ser incluso más elevadas ya que las autoridades iraníes no informan con transparencia sobre este asunto.
"A este ritmo, Irán se encuentra en la misma situación que el año pasado, cuando, según los informes, se ejecutó a unas 580 personas", alertó el austriaco.
Además, Türk indicó que en muchos casos, las personas sentenciadas pertenecían a grupos étnicos y religiosos minoritarios en Irán.
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Como ejemplo, la portavoz de su oficina, Ravina Shamdasani, citó en rueda de prensa el caso del ciudadano sueco-iraní Habib Chaab, de la minoría árabe ahvazí, acusado del delito de “corrupción en la tierra” y que fue ejecutado el fin de semana pasado.
En las últimas dos semanas, las autoridades iraníes han ejecutado a 22 personas de la minoría baluchi.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos condena la pena de muerte en todos los países del mundo, pero considera de "extrema gravedad" que ésta se pueda imponer para delitos leves relacionados con las drogas.
En este sentido, Türk le ha pedido a las autoridades iraníes que impongan una moratoria a las ejecuciones y que avancen en la abolición de la pena capital.