"El estado de sitio es ilegal y ha contribuido al empeoramiento de la situación de derechos humanos en el país", dijo a través de un comunicado este sábado, cuando se cumplen dos años del establecimiento de la medida, el director regional para África oriental y austral de AI, Tigere Chagutah.
"Tanto la aplicación como la extensión del estado de sitio, que restringe los derechos, no cumplen con la propia Constitución de la República Democrática del Congo y sus obligaciones internacionales de derechos humanos", añadió Chagutah.
El estado de sitio fue impuesto por las autoridades congoleñas en las provincias nororientales de Kivu del Norte e Ituri en mayo de 2021 frente a la violencia de los grupos armados activos en esa zona pero, desde entonces, a pesar de haber sido extendido más de 50 veces por el Gobierno, según AI, la situación no ha mejorado.
De hecho, la violencia se ha agravado con una escalada de los ataques de grupos como la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (Codeco), las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) -de origen ugandés y el grupo rebelde más letal en la región-, o milicias de autodefensa.
De hecho, según un informe confidencial de las Naciones Unidas al que EFE tuvo acceso el pasado mes de diciembre, las ADF "han seguido ampliando su zona de operaciones y atacando a civiles en Kivu del Norte e Ituri" mientras "la situación humanitaria y de seguridad (...) se ha deteriorado significativamente".
Asimismo, AI denunció los abusos perpetrados por el Ejército congoleño contra la población al aprovechar los poderes concedidos por el estado de sitio para el acoso y detención de periodistas, defensores de los derechos humanos y activistas políticos.
"Las autoridades también han recurrido a detenciones masivas sin juicio de aquellos considerados una amenaza, en instalaciones donde los detenidos son a menudo recluidos en condiciones espantosas", en ocasiones sólo por criticar el estado de sitio o a las autoridades militares, afirmó la organización.
"Si el presidente (Félix) Tshisekedi no levanta el estado de sitio ahora, después de dos años de restricciones ilegales e injustificadas de los derechos humanos, los miembros del Parlamento deben rechazar cualquier solicitud del Gobierno para extenderlo", zanjó Chagutah.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables ha empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST, en inglés), el este de la RDC es el campo de batalla de más de 120 grupos rebeldes.
Para terminar con ellos, los ejércitos de la RDC y Uganda lanzaron en noviembre de 2021 una operación militar conjunta en suelo congoleño que sigue en curso pero tampoco ha resultado efectiva para poner fin a la violencia.
Desde 1998 el este de la RDC está sumido en el conflicto pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), con unos 16.000 uniformados sobre el terreno.