El juicio que se sigue contra Donald Trump por ambas acusaciones ya ha entrado en su recta final, y se prevé que las dos partes presenten sus argumentos finales al jurado el próximo lunes, salvo que a última hora Trump decida personarse y declarar, decisión que podría tomar hasta la tarde del domingo pero que parece improbable.
En el testimonio de Trump ante Kaplan, de cien páginas, el expresidente niega una y otra vez como "pura ficción" el episodio de la violación en el probador de unos grandes almacenes, e insiste en que Carroll lo inventó todo: "Creo que está mentalmente enferma -repite la palabra "enferma" en multitud de ocasiones- Hay algo raro en esta mujer".
Trump también insiste en que no tenía ninguna relación con Carroll: "Sigo sin conocer a esa mujer. Creo que es una chiflada. No tengo ni idea. No sé nada de esa mujer más allá de lo que he leído en historia o de lo que he oído", insiste.
Y cuando el juez le presenta una fotografía de él junto a Carroll y otras personas, se defiende argumentando que era un acto social de esos en los que podía estrechar la mano de cientos de personas sin que eso significase que había una relación personal.
El juez le pide que se reafirme en otras declaraciones que ha hecho en el pasado sobre Carroll, como cuando dijo que no era su tipo, a los que responde: "Nunca fue mi tipo de ninguna manera, forma o modo".
Para desacreditar el relato de la escritora, Trump recuerda que en el tiempo en que sucedieron los hechos él "siempre" iba acompañado de personal de seguridad que pudo haber confirmado o desmentido los hechos y que además él era entonces "muy conocido, por decirlo suave", lo que según él apuntala la falsedad de los hechos.
Se refiere al detalle de que la presunta violación se produjo en unos conocidos grandes almacenes en un momento en que -según la denunciante- no había ninguna otra persona en la planta donde ambos se encontraban.
"Es la historia más ridícula y asquerosa que haya escuchado", dice, e insiste además en el hecho de que Carroll nunca pudo dar una fecha concreta de los hechos: "No puedes dar una fecha porque no tienes idea de cuándo pasó porque no sucedió", subraya.
A lo largo de las dos semanas que ha durado el juicio, la defensa de Trump ha renunciado a presentar testigos y se ha dedicado a poner en duda la credibilidad de Carroll y la de otros testigos aportados por la acusación, insistiendo además en el hecho de que la escritora mantuviera la supuesta violación en secreto hasta publicar un libro en 2019 en el que contó aquel incidente.