El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, subrayó este jueves que la acción contra esa reforma que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años "no está acabada", en una entrevista al canal BFMTV.
Berger reconoció que el dictamen ayer del Consejo Constitucional contra la iniciativa de la izquierda para organizar un Referéndum de Iniciativa Compartida (RIC) -la segunda de este tipo- "no es una sorpresa", y añadió que toman nota y que no van a cuestionar las instituciones por eso.
En cualquier caso, opinó que "da la impresión de que el RIC está hecho para no ser utilizado nunca", en una crítica implícita a las condiciones que se fijan en la Constitución para poder lanzar ese tipo de referéndum.
Más allá de esa batalla perdida, el líder del primer sindicato francés insistió en que ahora se van a volcar en la iniciativa de un grupo parlamentario de oposición (LIOT, centristas y liberales) que ha presentado una proposición de ley para anular el retraso de la edad de jubilación a 64 años que se debatirá el 8 de junio.
Dos días antes de ese debate, todas las centrales han convocado una nueva jornada de movilización contra la reforma, la décimo cuarta desde que empezó la protesta a mediados de enero.
En paralelo, van a tratar de convencer a diputados de los grupos parlamentarios, incluidos los de la mayoría del presidente, Emmanuel Macron, para que voten esa proposición de ley.
"Creo en la posibilidad de que la Asamblea Nacional vote esta proposición", afirmó Berger, que reconoció que eso no significaría que la ley podría concluir el procedimiento parlamentario, ya que luego debería ser votada también en el Senado, donde hay una muy amplia mayoría conservadora.
En cualquier caso, hizo notar que si los diputados votaran esa proposición "simbólicamente y políticamente sería muy fuerte", y dijo confiar en que eso podría llevar a Macron a rectificar y anular la ley de las pensiones que promulgó el 15 de abril como "gesto de responsabilidad y de calma".
Para convencerlo, los sindicatos tienen intención de mostrar el 6 de junio que su capacidad de movilización sigue intacta sacando una vez más a cientos de miles de personas a la calle.
Preguntado sobre la violencia en algunas manifestaciones contra la reforma de las pensiones, que fue particularmente importante en los desfiles del 1 de mayo, el líder de la CFDT fue claro y contundente en su condena: "Esa violencia es contra el movimiento sindical".