Así lo aseguró este domingo Ornelas en una entrevista a las agencias Lusa y Ecclesia, declaraciones que llegan tras meses de silencio sobre una posible indemnización económica a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia en Portugal, que superan las 4.800 denuncias, aunque la mayoría de los casos ya han prescrito.
"Se llega a la indemnización a través de un proceso jurídico. Si alguien comienza un proceso, va a seguir la ley. La ley dice que quien es responsable por un mal practicado son las personas que lo practicaron. Ahora, lo que nosotros decimos es que nadie se quedará sin ayuda para lo que es justo y para su vida", explicó el obispo.
"Es evidente que no estamos por encima de la ley", añadió Ornelas, quien aseguró que “las personas que han sido abusadas en un ambiente eclesiástico, o por personas de la Iglesia, tienen y obtendrán la ayuda que necesitan".
Ornelas sigue sin confirmar si la Iglesia se hará cargo de aquellas indemnizaciones dictadas por sentencias que recaigan sobre sacerdotes que no puedan pagarlas, como sugirió en marzo el "número dos" del Patriarcado de Lisboa, el obispo auxiliar Américo Aguiar.
El prelado otorgó esta entrevista en la misma semana en la que la CEP ha presentado un grupo de expertos para atajar la pederastia en su seno, que apoyará a las víctimas, pero también rehabilitará a los agresores y ejercerá una labor de prevención sobre religiosos con riesgo de cometer abusos sexuales a menores.
Este equipo, denominado Vita, está integrado por psicólogos, un psiquiatra, un asistente social y un grupo consultivo de expertos en Derecho y análisis estadístico, todos laicos, y funcionará de forma autónoma respecto a la Iglesia católica.
Ornelas explicó hoy que esto supone el comienzo de "un proceso operativo" que tendrá el objetivo de "montar un sistema que se quede" para el acompañamiento de estos casos, con la opción de ir en la dirección de "una organización preferentemente laica y competente".
Este equipo, con un mandato de tres años, sucede a la comisión de expertos que investigó la dimensión de los abusos sexuales en la Iglesia portuguesa en 2022, que calculó que en Portugal hay más de 4.800 víctimas de pederastia por crímenes ocurridos en los últimos 70 años y elaboró una lista de sacerdotes sospechosos en activo.
Cuestionado por las uniones homosexuales o los matrimonios de segunda unión, Ornelas respondió que "Jesús nunca rechazó a nadie" y defendió que son aspectos que "necesitan ser repensados y ajustados" en la Iglesia.
"No es simplemente una cuestión de Derecho. Se trata, sobre todo, de una apertura con las personas, ayudar a hacer un camino de verdad", explicó, por lo que hay que "encontrar soluciones nuevas" tras "desestructurar algunas cosas".