De momento, las formaciones de la oposición se encuentran enzarzadas en disputas entre ellas, y cada una intenta presentarse como la única alternativa a los conservadores.
El exministro de Finanzas y líder del izquierdista MeRA25, Yanis Varufakis, ha dejado claro esta semana que su partido no va a pactar tras las elecciones con el izquierdista Syriza, liderado por el exprimer ministro Alexis Tsipras y principal fuerza opositora, y tampoco le dará un voto de confianza.
"MeRA25 no participará en negociaciones tras los comicios ni dará ningún voto de tolerancia (confianza)" a Syriza, sentenció Varufakis.
Esto deja como únicos probables aliados de Syriza a los socialdemócratas de Pasok-Kinal, aunque los sondeos muestran que los dos partidos están lejos de lograr juntos el porcentaje mínimo del 45 % de votos necesario para obtener la mayoría absoluta parlamentaria.
Pero incluso si lo consiguieran, deberían primero superar sus disputas, pues los socialdemócratas accederían a formar una coalición de gobierno con Syriza solo si Tsipras renuncia a encabezarla.
Los últimos sondeos sitúan a la conservadora ND de Mitsotakis en el primer lugar de la intención del voto, con un 32 %, seguida de Syriza, que obtendría el 26 %.
Los socialdemócratas quedarían terceros con un 9,5 %, por delante del Partido Comunista de Grecia (KKE, 6 %) y MeRA25 (5 %).
"Los partidos opositores consideran actualmente que el aumento de sus porcentajes vendrá mediante la competencia con formaciones ideológicamente cercanas y no arremetiendo contra Mitsotakis", dice a EFE el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Macedonia en Salónica, Nikos Marantzidis.
Este fenómeno juega a favor del partido del primer ministro "ya que puede crear en una parte de la sociedad la impresión de que la izquierda no puede ofrecer una propuesta alternativa de gobernanza", explica el experto.
Según Yorgos Siakas, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Tracia, Tsipras "entiende que los números para formar Gobierno no le salen" y por eso también ha decidido reunir la mayoría de apoyos para su partido en lugar de seguir una estrategia de unir a la oposición contra los conservadores.
El politólogo opina que el líder izquierdista busca salir reforzado de las urnas con un porcentaje cercano al de Mitsotakis para tratar de conquistar el poder después de su segundo mandato o forzar elecciones anticipadas si se le da la oportunidad.
Los comicios de mayo se celebrarán con un nuevo sistema electoral proporcional que elimina la "bonificación" de 50 escaños al partido más votado.
Gracias a esa bonificación, Nueva Democracia pudo hacerse con la mayoría absoluta parlamentaria y Mitsotakis ser investido en la jefatura del gobierno tras las elecciones de julio de 2019.