Uruguay eleva de 60 a 65 años la edad para la jubilación

MONTEVIDEO. El Senado y la Cámara de Diputados dieron su visto bueno a la reforma del sistema de seguridad social impulsada por el Gobierno de Luis Lacalle Pou, que eleva de 60 a 65 años la edad de retiro.

Trabajadores y sindicalistas se manifiestaron como parte del paro general contra la reforma jubilatoria, frente al Palacio Legislativo en Montevideo (Uruguay).  (EFE)
Trabajadores y sindicalistas se manifiestaron como parte del paro general contra la reforma jubilatoria, frente al Palacio Legislativo en Montevideo (Uruguay). (EFE)Federico Gutierrez

Además de aumentar la edad para el retiro -de 60 a 65 años- el plan impulsado por el presidente Luis Lacalle Pou indica, según detalla el periódico uruguayo El País, que las jubilaciones se irán aplicando de forma escalonada. Como ejemplo cita que la reforma “se aplica a partir de los nacidos el 1 de enero de 1973. Estos se jubilarán a los 61 años en lugar de hacerlo a los 60, como ahora”, también puntualizada que “luego, los nacidos en 1974 podrán retirarse a los 62, y así hasta llegar a los de 1977 en adelante, que tendrán permitido hacerlo desde sus 65″.

Entre otras modificaciones al actual sistema de retiro, se menciona el nuevo cálculo para el sueldo básico jubilatorio. Una vez entre en vigencia la reforma se considerarán los 20 mejores años de aporte.

Creada con el aval de una Comisión de Expertos en Seguridad Social, antes de su envío al Parlamento en octubre del 2022 la reforma fue calificada como “necesaria” y “solidaria” por Lacalle Pou, quien ha destacado su aprobación como una de las grandes prioridades de su mandato, informó la agencia EFE.

Luego de que la Cámara de Representantes aprobara modificaciones al texto original y con 17 votos afirmativos en 28, los senadores de los partidos que integran la coalición de Gobierno ratificaron los cambios a la norma, que será remitida al Poder Ejecutivo para su promulgación.

El proyecto, ya devenido en ley, había sido aprobado por la Cámara de Senadores el pasado diciembre y pendía de la votación por parte de los diputados, donde objeciones del derechista Cabildo Abierto (CA) y del centroderechista Partido Colorado (PC) obligaron al Ejecutivo de Lacalle Pou a negociar.

Trabajadores y sindicalistas se manifiestaron como parte del paro general contra la reforma jubilatoria, frente al Palacio Legislativo en Montevideo (Uruguay). Miles de trabajadores uruguayos se manifestaron este martes durante el paro general convocado por la central sindical, el PIT-CNT, para expresar su rechazo al proyecto de reforma jubilatoria del Gobierno, que entienden "socialmente ineficiente" y "contra la gente". (EFE)
Trabajadores y sindicalistas se manifiestaron como parte del paro general contra la reforma jubilatoria, frente al Palacio Legislativo en Montevideo (Uruguay). Miles de trabajadores uruguayos se manifestaron este martes durante el paro general convocado por la central sindical, el PIT-CNT, para expresar su rechazo al proyecto de reforma jubilatoria del Gobierno, que entienden "socialmente ineficiente" y "contra la gente". (EFE)

Así, entre otras medidas, el PC y CA, pidieron revisar las pensiones por viudez y por incapacidad severa o reducir de 25 a 20 años la medida de "mejores años" para calcular el sueldo básico jubilatorio.

El proyecto no fue acompañado ni por la opositora coalición de izquierdas Frente Amplio, que gobernó entre 2005 y 2020, ni por los sindicatos.

Miles de trabajadores de áreas como la salud, el transporte o la educación se movilizaron el pasado martes en Uruguay en el marco del paro general convocado por la central sindical, el PIT-CNT, para expresar su rechazo al proyecto de reforma jubilatoria del Gobierno, que calificaron de “socialmente ineficiente” y “contra la gente”.

En la jornada en que se votó el articulado del proyecto en la Cámara Baja, que culminó su labor el miércoles para devolverlo al Senado, sus opositores se concentraron fuera del Palacio Legislativo para protestar.

Allí, el vocero del PIT-CNT Sergio Sommaruga apuntó contra el plan de un Gobierno que, dijo, no escuchó a los trabajadores y tuvo en cuenta solo el beneficio de "una minoría privilegiada".

"Esta reforma no es para la gente sino contra la gente (...), no es ni justa ni democrática ni mucho menos solidaria pero además es socialmente ineficiente", enfatizó quien alegó que hará que la mayoría tenga que "reventarse el lomo hasta los 65 años" para poder jubilarse.

A lo que otra de las preocupaciones de los colectivos sociales es que acentúe “el problema del desempleo juvenil” por enlentecer el reemplazo laboral, según declaró al periódico local El País su presidente, Marcelo Abdala, el PIT-CNT ya evalúa la posibilidad de derogar la reforma.

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