El Ministerio del Ambiente (Minam) peruano detalló, en un comunicado, que, como parte de los compromisos, el Estado noruego desembolsará 10 millones de dólares para priorizar la implementación de la segunda fase de la denominada Declaración Conjunta de Intención (DCI).
Este acuerdo de cooperación, que también incluye al Gobierno alemán, busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas por la deforestación y la degradación de los bosques peruanos.
“Se iniciará la ejecución del proyecto para reducir 44 millones de toneladas de CO2 en la Amazonía peruana, beneficiando a 1.000.000 de habitantes de esa región y 180.000 pobladores indígenas que protegen nuestros bosques”, sostuvo el ministerio en la nota.
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Agregó que, entre los objetivos del proyecto, también figura la reducción de las actividades ilegales, la consolidación de la zonificación forestal y el fortalecimiento de la gestión del conocimiento para implementar políticas pública en las regiones de impacto.
Piden a Gobiernos Regionales trabajo conjunto
"Necesitamos que las acciones se desarrollen con los gobiernos regionales", señaló en el comunicado la presidenta de la Junta de Administración de la segunda fase de la DCI, Nancy Chauca, quien es viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Minam.
La junta, que se instaló el pasado 21 de abril, está conformada por representantes de varios ministerios del Ejecutivo peruano, así como de los gobiernos regionales de las selváticas regiones de Ucayali, Loreto y Amazonas, la embajada de Noruega en Perú y tres organizaciones indígenas.
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"Los pueblos indígenas amazónicos hemos consensuado y elegido a nuestros propios representantes para esta junta", dijo Oseas Barbarán, presidente de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conap).
Por su parte, el consejero de Cambio Climático y Bosques del Gobierno de Noruega, Einar Telnes, resaltó la importancia de "contar con este mecanismo (...), involucrando a las organizaciones indígenas y gobiernos regionales".
Como observadores de este acuerdo, participan el Reino Unido y Estados Unidos, según precisó el Minam.