El departamento de Salud del estado de Kelantan "está llevando a cabo una investigación para determinar la causa de la muerte de dos niños que, según los informes, murieron por insolación" esta semana en la región, explicó el director de la institución, Zaini Hussin, a la publicación local Bernama.
De acuerdo con la prensa malasia, dos niños, una bebé de 19 meses y un chico de 11 años, murieron en Kelantan, en la parte norte de Malasia, a consecuencia de la ola de calor que azota el continente asiático.
La pequeña, quien llegó a ser atendida en un hospital local para tratar síntomas como vómitos, tos y debilidad pero fue dada de alta poco después, falleció el pasado martes en su vivienda.
Según relató su padre, Ahmad Faris, a los medios, “la autopsia mostró que la causa de la muerte fue insolación. Su cuerpo estaba deshidratado y sus pulmones se habían encogido”.
Esta misma semana, un chaval de 11 años falleció en un centro de salud también en Kelantan a raíz de una fuerte deshidratación provocada por las intensas temperaturas.
Según detalló la madre, conocida como Wanie, la autopsia del pequeño confirmó que la causa de la muerte fue insolación, ya que "tenía los riñones y el corazón 'quemados’".
"Mi hijo estaba vacío por dentro, el agua y la sangre en su cuerpo se habían 'secado'”, dijo en declaraciones al rotativo malasio "The Star".
Asia vive desde hace varias semanas una sofocante ola de calor con temperaturas récord, que han provocado el cierre de escuelas, clases al aire libre y aumentos repentinos en el uso de energía.
Los expertos han registrado temperaturas récord en estaciones de monitoreo de diversos países, como Tailandia, Birmania, Laos, Malasia y Vietnam, además de China y varias naciones en el sur del continente.
Algunos países, como Tailandia, han instado a la población a quedarse en ambientes cerrados para evitar enfermarse, mientras que otros, como Filipinas, han suspendido temporalmente las clases presenciales a fin de preservar la salud de los niños.