“Los casos siguen subiendo, poniendo a niños y a sus familias en mayor riesgo, y también aumentan los contagios de diarrea y malaria, enfermedades con altos niveles de mortalidad infantil en el país”, señaló en teleconferencia para la prensa en Ginebra el portavoz de UNICEF en Mozambique, Guy Taylor.
El brote de cólera se ha visto agravado por el paso del ciclón Freddy, uno de los de más larga duración jamás registrados, que en el país de la costa oriental africana destruyó más de cien instalaciones sanitarias y un millar de escuelas, afectando al aprendizaje de medio millón de niños, recordó Taylor.
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El ciclón también dejó a unas 300.000 personas sin suministro de agua potable, y al destruir 390.000 hectáreas de cultivos podría aumentar la inseguridad alimentaria en el país, donde ya antes una cuarta parte de los menores sufrían malnutrición grave, según recordó el portavoz.
“Para un niño gravemente malnutrido, el contagio de cólera es una sentencia de muerte”, advirtió Taylor, quien elevó a unos 300.000 los menores con estos problemas alimentarios en Mozambique.