“Esa retórica y las acciones criminales del régimen de Kiev prueban la necesidad de continuar la operación militar especial hasta el pleno cumplimiento de las tareas de desnazificación y desmilitarización de Ucrania”, señaló la diplomacia rusa.
De esa manera, continúa, se eliminarán las amenazas "que emanan del territorio (ucraniano) para la seguridad de Rusia".
Por otra parte, Moscú indicó que las incesantes declaraciones de Occidente sobre la próxima contraofensiva ucraniana muestran su implicación en el conflicto.
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"Los anglosajones hablan abiertamente de una próxima contraofensiva ucraniana e incluso dan fechas. Eso prueba su implicación directa en el conflicto en lo que respecta a la planificación de las operaciones militares", según Exteriores ruso.
Moscú denunció también “los crecientes apetitos” del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que “no deja de exigir nuevo y moderno armamento de Occidente” para atacar objetivos también en la retaguardia rusa.
“Hoy en una nueva reunión del grupo de contacto para Ucrania en Ramstein Kiev pretende pedir urgentes envíos de sistemas de defensa antimisiles y proyectiles de largo alcance”, recalcaron en el departamento dirigido por Serguéi Lavrov.