La isla es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y su principal aliado en caso de estallido bélico con Pekín.
China reclama para sí la soberanía de la isla, a la que desde 1949 considera una provincia rebelde para cuya reunificación no ha descartado el uso de la fuerza.
“¿Riesgo? Claro que hay riesgo. Pero frente a ese riesgo, lo que hay que hacer es no echarle más leña al fuego”, dijo el jefe de la diplomacia europea.
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En su opinión, para "la mayor parte de los problemas, si queremos evitar que lleguen a lo irreparable, que es la guerra, hay que reforzar los contactos diplomáticos, el diálogo, la negociación, el entendimiento mutuo".
Semiconductores
“Claro que hay riesgos, pero ¿cómo se hace frente a los riesgos? Pues de entrada, evitando las escaladas y advirtiendo de las consecuencias que podría tener un cambio del estatus por Taiwán, que tomar Taiwán por la fuerza no sería aceptable por nosotros, no solo por razones morales, sino también porque Taiwán es hoy el principal productor de los semiconductores de la más avanzada tecnología”, continuó Borrell.
Y advirtió que “lo que pueda ocurrir en el estrecho de Taiwán sería un factor desestabilizador muy grande del mundo y por eso hay que aplicarse en mantener un ‘estatus quo’ y en evitar que éste sea modificado por medios violentos”.
Recientemente, China desplegó cuatro días de intensas maniobras militares alrededor de Taiwán que incluyeron una simulación del bloqueo de la isla y en las que participó el “Shandong”, el segundo portaaviones del país asiático y primero de fabricación nacional.