La obra del español Miró, una composición que está poblada de criaturas oníricas y de figuras dinámicas sobre un fondo de colores vivos, superó la horquilla más alta de estimación, calculada en 2 millones de euros.
Para Sotheby's, la obra del catalán es precursora de la mitología cósmica de la serie de Constelaciones que el pintor hizo en 1940-41.
El inédito bodegón de Picasso, "Naturaleza muerta a la cafetera", se vendió por 1,43 millones, también por encima de las estimaciones más altas (1,2 millones).
El de Picasso se trata de un óleo que hizo durante la ocupación nazi en su taller de los Grands Augustins de la capital francesa, donde continuó trabajando pese a los consejos de algunos amigos para que se fuera de la ciudad.
Según Sotheby's, este tipo de bodegones le permitían al malagüeño "escapar a la realidad devastadora de la guerra, impregnada no obstante por un simbolismo complejo, que mezcla esperanza y desesperanza".
Ambas obras han estado durante más de 60 años en la colección de una pareja de apasionados del arte de París que acumularon obras de las vanguardias de los años 1930 y 1940.