“Hay una continua impresión por parte de las víctimas de que no son escuchadas, continua y fuerte”, refirió ante la Asociación de la Prensa Extranjera de Roma.
El sacerdote y psicólogo alemán sorprendió el 29 de marzo al anunciar su salida de la comisión creada en 2014 por el papa Francisco para combatir los abusos, de la que formaba parte desde su fundación.
"He visto con mis ojos cómo el papa ha escuchado y escucha, en esto él es un absoluto ejemplo de cómo debería ser la iglesia, no solo los obispos y responsables sino todos sus miembros, que a veces no quieren escuchar, no solo los superiores sino también los simples fieles", lamentó.
No es la primera vez que un miembro de la Comisión renuncia a su cargo, ya que en 2016 y 2017 lo hicieron en protesta por la falta de colaboración del Vaticano el británico Peter Saunders y la irlandesa Marie Collins, ambos víctimas de abusos.
Zollner explicó que para él "no ha sido para nada fácil" salir de esta Comisión porque su última intención es perjudicar al papa, también jesuita, pero subrayó que la Iglesia no debe "huir cuando alguien acude a ella para ser escuchado".
"Mucha gente, yo incluido, no entendemos por qué es tan difícil escuchar. Uno no debe ni responder, a veces basta con acompañar a las personas en sus heridas para ayudarlas", consideró.
El también director del Instituto de Antropología de la Universidad Gregoriana de Roma denunció la "falta de transparencia, cumplimiento de obligaciones y responsabilidades" en la Comisión y advirtió que este funcionamiento puede "abrir las puertas al abuso y la negligencia".
"No pretendo ser polémico ni causar daño a la Comisión, sino mejorar su trabajo y funcionamiento según las preocupaciones de las víctimas y en sintonía con las del Santo Padre", argumentó.
Tras la salida de Zollner, el cardenal Seán O'Malley, que la preside, afirmó en un comunicado que el papa había "aceptado la petición agradeciéndole profundamente sus muchos años de servicio".
Asimismo, el sacerdote afirmó que en su decisión de abandonar la Comisión no ha pesado el caso del jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik, acusado de abusos a religiosas, aunque él siempre se ha mostrado muy crítico con cómo estaba procediendo el Vaticano.
El 30 de septiembre, Francisco renovó la Comisión con nuevos miembros y con paridad de género, ya que ahora está formada por diez mujeres y diez hombres, en representación de todos los continentes, y Zollner estuvo entre los componentes renovados en su cargo.
Los nuevos miembros eran los obispos Peter Karam y Thibault Verny, el padre Tim Brennan, las religiosas Mary Niluka Perera y Annah Nyadombo, la profesora mexicana Irma Patricia Espinosa Hernández y otras profesionales, como Maud de Boer-Buquicchio, Anne-Marie Emilie Rivet-Duval, Teresa Devlin y Ewa Kusz.
Se mantiene como miembro el chileno Juan Carlos Cruz, uno de los tres supervivientes de los abusos del cura Fernando Karadima y muy cercano al pontífice, que es además la única víctima en esta comisión, para la que fue nombrado el año pasado.