En un informe publicado este miércoles, un equipo del Instituto Nacional de Estadística (INED) y del Instituto Nacional de Sanidad y de Investigación Médica (INSERM) subraya que esas cifras superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no exponer a los niños a pantallas antes de los 2 ó 3 años, y no superar una hora a partir de esa edad.
Los autores, que trabajan con una muestra representativa de 18.329 niños nacidos en 2011 a los que están haciendo un seguimiento en el tiempo, que se va a prolongar en los próximos años, constatan que el consumo de pantallas es significativamente mayor para los niños con varios abuelos inmigrantes, con madres nacidas en África o que tienen bajos niveles de estudios.
Sin embargo, las diferencias entre niños y niñas son muy reducidas: nulas a los 2 años y de 10 minutos a los 5,5 años.